Brittany Roberts, se encontró de pronto varada en Florencia, sin dinero ni pasaporte. Lo único que tenía eran las elegantes maletas Louis Vouitton y un diccionario de bolsillo para comunicarse con los italianos...
La mala suerte quiso que mientras llamaba un taxi que la llevara a un hotel, pasara un motorista amigo de lo ajeno y le arrebatara su bolso de mano con todo adentro. La policía no le comprendía y la confundieron con una prostituta…
Desde ahí todo fue de mal en peor: la "luna de miel" en solitario se convirtió en una pesadilla.