
Cuando Amy Dawson, una reconocida
autora de novela romántica, viaja a las afueras de Baltimore para documentarse
sobre una de sus novelas, jamás podría imaginar que un atípico accidente y una
tormenta de nieve cambiarían el resto de su vida. Por fortuna, la aparición de
Zack Parker, un neurocirujano que está pasando unos días en su casa de campo,
la salvará de una muerte segura.
Zack es un completo desconocido,
bastante distante y poco conversador, que después de rescatarla y darle cobijo
en su cabaña, resulta ser la persona que hará que el mundo de Amy se desmorone
como un castillo de naipes.
Varios meses después, el destino
vuelve a interceder para que los caminos de Amy y Zack se crucen. La abuela de
Zack conecta sus vidas a través de una herencia porque está convencida de que
están hechos el uno para el otro, pero sus caracteres son tan dispares y sus
planes tan diferentes que nada hace presagiar que la anciana estuviera en lo
cierto.
¿O sí lo estaba? La dulzura de Amy
es un arma letal que puede destruir el hielo que recubre el corazón de Zack
para llegar a sus más oscuros secretos, y él es el prototipo de hombre que
aparece en las novelas románticas y por el cual suspiran todas las mujeres.
Bajo el marco lluvioso de la ciudad de Baltimore, en cada uno de sus encuentros
la lluvia parece venir cargada de emociones y mensajes esperanzadores
imposibles de ignorar.