Judea, siglo i a. C. A sus quince años, Sara ha enviudado después de las festividades de la boda y regresa a la casa de su madre, en Jericó. Su destino parece estar marcado, pero el azar hará su obra para trastornarlo por completo.
A la vera del camino, encuentra a un moribundo: se llama Lucius y es legionario romano. En la Judea gobernada por el rey Herodes, romanos y judíos son enemigos, pero ella lo salva y cuida de él durante días. En esas largas horas de intimidad, entre los jóvenes nace un sentimiento al que no tienen derecho: un amor luminoso, aunque condenado.
Los amantes de Judea, narrado con un ritmo implacable y sutil, es un romance histórico conmovedor e inolvidable.