Cuando el circo, propiedad de su tío, arribó al parque Broadwater durante el invierno, Cara se propuso renovar su amistad con Lord Broadwater, quien siempre le daba una cordial bienvenida en su propiedad.
Por desgracia, el generoso anciano había muerto y su sucesor, Tyler Moncrieffe, no poseía la bondad de su ancestro. Era severo e implacable con la gente del circo, y en especial con Cara.
Drew Steel podía haber colocado a su compañía de ingenieros en la cumbre gracias a sus ideas innovadoras, pero su opinión acerca del sexo femenino era por completo anticuado. Deseaba una esposa que esperara en el hogar la llegada de su hombre, no una mujer que compartiera con él las incomodidades de la selva de Malasia, como Briar lo estaba haciendo. A ella la tenía sin cuidado la clase de esposa que él quisiera, pues el matrimonio no le interesaba.