Hacía dos años que Marisa se había separado de su esposo Gabriel. El extravagante estilo de vida de su marido la había intimidado, y sus frívolos amigos la hacían sentir como una cenicienta. Pero algunas cosas habían cambiado desde entonces. Marisa había tenido un hijo, Jamie, al que tuvo que mantener y esto le había dado una nueva confianza y le mostró otros aspectos de la vida.
Ahora, un inesperado acontecimiento puso en peligro la vida del niño, por lo que Gabriel regresó a su lado. Pero, ¿estaría ella preparada para reanudar su vida de casada con él?
Aferrarse al brazo de la policía, Marisa balbuceó:
Mi bebé... alguien tomó, mi bebé! - La gente que pasaba, corriendo, llevando sus compras de Navidad. ¿Por qué nadie hace nada? Como en una pesadilla, Marisa fue llevada a la comisaría de la policía y la bombardearon con preguntas. Pero lo que estaba sucediendo? ¿Estas personas sospechan que era una locura? Su pequeño James desapareció, y ella está siendo tratada como un criminal? Así que para aumentar su desesperación, un hombre entró en la pequeña habitación mal ventilada. Gabriel! El marido que había huido hace dos años. o padre ni siquiera sabía de la existencia de James.
