Ethan Mills había vuelto para limpiar su nombre y reclamar a su hijo, Daniel…. Pero la ciudad, el sheriff y la familia Rawley formaban un frente unido contra él.
La doctora Kate Rawley se había hecho cargo de Daniel desde que su hermana muriera en el parto. Y ahora Ethan quería pasar tiempo con el niño… y con ella. Kate no podía negar la creciente atracción que había entre aquel orgulloso renegado y ella. Y sabía que Ethan la quería en todos los sentidos de la palabra.
Pero se hallaba en juego el futuro de Daniel, y cualquier sentimiento entre ellos estaba condenado a terminar en enfrentamiento.
Era el trece de febrero…
Y Liz Cabot celebraba su compromiso con sus amigas. No imaginaba que se encontraría con su primer amor, Colby Sommers. Ni que pasaría la noche haciendo apasionadamente el amor con él.
La mañana de San Valentín, Colby se despertó con una sonrisa. Su noche con Lizzie había sido mágica. Y el día que había planeado… bueno, sería un día romántico, lleno de flores y corazones. Le demostraría que no la había olvidado nunca; que nunca había dejado de quererla.
Pero cuando Colby se dio la vuelta para tomar a Liz en sus brazos, ésta había desaparecido…
Bajo la luz de la luna, Kira Lowel se sintió hipnotizada por la misteriosa mirada de Joshua Barclaw. En el momento en que la tocó, ella se perdió en la magia exótica de aquel hombre, tan atractivo que la hacía olvidar que era su enemigo.
Cuando Joshua abrazaba a Kira, también se perdía en la pasión que surgía entre ellos. Pero comprendía mejor que Kira que venían de mundos diferentes; él de la reserva india; ella de la ciudad.
El frágil amor que compartían bajo la luz de la luna no podría sobrevivir al llegar el día...
Mientras celebraba su cumpleaños en un restaurante, la intrépida reportera de San Francisco, Darien Hughes, vio a un hombre extremadamente atractivo, y fantaseó sobre lo que ocurriría si conociera a ese extraño de ojos azules…
Pero no era más que una inocente fantasía. Y para divertirse, Darien dedicó su columna semanal a Sam. Los resultados fueron inesperados… Las mujeres le escribieron compartiendo con ella sus fantasías. Los hombres le mandaron flores y querían salir con ella. Pero Darien se quedó atónita al recibir una visita de Sam en la oficina del periódico. Y más atónita aún cuando descubrió que también él tenía una fantasía que quería explorar… con ella.
Hillary James sólo había visto un partido de rugby en su vida… y de pronto se encontró con que era propietaria de un equipo profesional de San Francisco.
El entrenador de los Schooners, Nick Bartlett, había sacado al equipo del anonimato y estaba interesado en convertirse en su propietario. No podía creer que una mujer apodada por la prensa como "la princesa novata" fuera ahora su jefa.
Pero cuando conoció a Hillary, se dio cuenta de que la situación era aún más complicada: ella amenazaba con romper todas sus defensas…
Sydney Charles estaba desesperada…
Acababa de independizarse como detective privado y su negocio no marchaba bien, pero se enteró de un trabajo que podía proporcionarle fama y mucho dinero. El actor Zinn Garrett y su pequeña hija necesitaban que los protegieran de una admiradora enloquecida que los acechaba. Sólo había un pequeño problema: Sidney detestaba todo lo que tuviese que ver con los actores y la fábrica de sueños de Hollywood.
Pero Zinn no había resultado ser como los actores que ella había conocido:
era inteligente, cínico y devastadoramente sexy. Aquel trabajo se convirtió en una mortal amenaza para el corazón… y la vida de Sydney.
Era muy simple. Felicia Mauro aceptaría casarse con Nick Mondavi para que no lo deportaran a Italia. A cambio, él la ayudaría a montar Sólo Postres, el restaurante de sus sueños. No era mal trato para una atractiva solterona y un chico de Brooklyn malo y desesperado.
Pero era la receta adecuada para un desastre.
Nick esperaba una noche de bodas... y una novia cálida y cariñosa. Tal vez un hijo... o tres. Y Felicia no podía negarse, porque ella había accedido a casarse con él por otra razón. Una razón que no se atrevía a confesarle...
Dana Kirk estaba asustada. Al principio sólo era algo molesto, pero sin importancia: extrañas llamadas telefónicas y regalos anónimos. Pero cuando las amenazas se hicieron más concretas y directas, empezó a sentirse impotente entre los muros de su apartada casa…
Mitchell Cross era un curtido detective urbano, y se sentía más cómodo en las calles que en las carreteras rurales. Tenía la costumbre de evitar a las mujeres ricas que sólo buscaban divertirse un rato, pero había algo extraño en Dana Kirk.
Sin saber cómo, la atracción que sintieron el uno por el otro se fue convirtiendo en algo muy profundo….