Shelley Morgan no olvidaría fácilmente la humillación que sintió al enterarse de que su marido, Anthony, era culpable de traición. Luego sufrió el golpe de saber que había muerto y que tenía un hermano gemelo, Cord Lowell.
Cuando el FBI insistió en que Cord se hiciera pasar por su esposo para ayudarles a atrapar a los contactos de Anthony, Shelley se encontró viviendo con un hombre que era tan encantador, sexy y peligroso como su marido.
Pero Cord la hizo volver a sentirse amada, y todo era maravilloso... hasta que descubrió que ambos eran un cebo para los agentes enemigos.