
La hermosísima agente de la propiedad Wilhelmina Silverthorne estaba decidida a vivir la vida a su modo. Disfrutaría de las cosas que le gustaban —los coches deportivos y la alta cocina—, y se apartaría del amor en cualquiera de sus formas. Pero Kiel Faulkner lanzó un asalto a su sensibilidad que le hizo perder la cabeza y la trastornó. Lo deseaba más que cualquier otra cosa en el mundo, aun a sabiendas de que, si sucumbía, él desaparecería rápidamente. Era un desertor, un renegado, un hombre que rompía todas las reglas… ¡y salía siempre vencedor! ¿Se atrevería ella a hacer frente a aquel reto?